EU líderes, sin hijos: siervos impersonales de la élite gobernante, no les importa nuestro futuro inmediato

Todos sin hijos. No tener hijos porque Dios no te los ha dado, o porque has entregado tu virilidad o feminidad para el Reino de Dios como lo hacen los sacerdotes o en general célibes y consagrados a Dios, es algo completamente diferente. Ya de paso, ¿qué sería de nuestras sociedades y estados si no tuviéramos a los entregados a Dios? ¿Si no tuviéramos a alguien que presente a Dios el Sacrificio de su Hijo sobre el altar por nuestra salvación y para que todos los hombres puedan salvarse; para la satisfacción de tantos pecados que se cometen a diario y ofenden a Nuestro Salvador y Redentor? ¿Qué sería de nosotros si en nuestra sociedad no hubiera un número suficiente de padres decentes que se parten el lomo para sacar adelante a sus hijos, para instruirles en el bien, para animarles a la laboriosidad y paciencia en las dificultades, para ser ciudadanos valerosos para todos y el orgullo de la Patria?

Sin esos amores y sacrificios tendrías Yemen y no esto que has heredado, gracias al esfuerzo de los que te precedieron. Pero ojo, esto que tienes que se derrumba en cuestiones de segundos, si te descuidas. Porque tus jóvenes y otros algo mayores irán a “buscar el pan” en los países desarrollados del entorno occidental, para que “puedan vivir mejor” y tengan “medios suficientes” para vivir; entonces irán a lo que España está a punto de aterrizar a este paso, países fríos y secularizados donde estarán llevando cuidado en primer lugar por dónde pasar; en segundo lugar, cuando pasen por algún parque para que sus hijos se despejen un tanto, ¿qué verán sus hijos, qué es lo que les alimentará el alma?

Con el fin de que crezca sin sentir vergüenza (es decir, para que sea realmente un “sinvergüenza”, y para que mañana no le sirva decir “eres un sinvergüenza”), a los niños ofreces “juegos” de este tipo:

Si estás en Noruega, podrán bajar por un tobogán como estos. Durante los paseos, no se pierde la perspectiva:

Si te vas hasta la “tradicional” Iowa, podrás contemplar lo mismo con otro retoque:

Mientras que en Edinboro Universidad en Pensilvania, para la gente algo más crecida y madura, podrán meditar sobre… anda, adivina qué:

Eso es un… ¡ano! O la parte a la que no solemos referirnos salvo si visitamos a un médico internista. Pero esta vez con el fin de que contemples en profundidad sobre su uso.

¿Cuál es la razón de la existencia de este gigantesco parque de los penes de Corea del Sur?

Realmente, increíble. Pero real.

¿Extraña, por otra parte, que en Rusia procedan completamente de otra forma? Allí los parques están llenos de motivos familiares, con el fin de que de forma consciente e inconsciente animen a los jóvenes a la valoración de la vida familiar y tradicional:

Nada es por casualidad.

Como no es casual la circunstancia con la que empezamos este artículo: muchos líderes occidentales no tienen hijos. Muchos cayeron en la cuenta de ese hecho después de la victoria de Emanuel Macron en las elecciones. Su desagradable relación con su profesora de antaño, ya abuela y mayor que él casi 25 años, simplemente explotó delante de los ojos del mundo con tanto mal gusto. Y mostró la imagen de una Europa que se está hundiendo en el abismo del vicio arrastrada por el contrapeso del plomo de su prolongada decadencia.

[La portada de una revista gay, mediante una foto manipulada celebra la victoria de su candidato]

Realmente: el flamante presidente francés es el último en la larga lista de los líderes europeos sin hijos. El primero que lo vio con claridad fue Jean-Marie Le Pen, señalando agudamente en un discurso: “Nos habla del futuro, ¿pero no tiene hijos!” Realmente, ¿con qué ha mostrado él que se preocupa de los demás? Un candidato misterioso, criado para que sirva a los poderosos y siendo a ellos a los que exclusivamente debe rendir cuentas y devolver favores. Él en realidad es apenas un portavoz del verdaderos presidente de Francia ubicado en alguna zona sombría.

Ángela Merkel, Theresa May, el presidente italiano Paolo Gentiloni, o el paradigmático como ninguno, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, entre tantos, también pertenecen a la lista.

¿Cuál es el mensaje de este hecho? Que para tener “éxito” en la vida y carrera, tienes que entregarte por completo al trabajo. Por lo demás, son el reflejo del índice de la natalidad que nos rodea. Todo el sistema educativo está diseñado precisamente para ello: para bajar la natalidad y destruir la familia tradicional. Porque, mientras terminas los estudios, luego la especialización, luego acabas con el periodo de “práctica”, mientras tragues largos años de pocos ingresos… se pasan los años. Y lo que es peor, muchos lo aceptan con encogiendo los hombros y no son capaces examinar críticamente esa situación que está delante de los ojos de todo el mundo. Allí están también muchos efectos colaterales: hasta que los hijos terminen los estudios, los padres se vacían los bolsillos y hasta las cuentas corrientes del futuro; es decir, entrando en largos y pesados préstamos.

De una forma imperceptible hemos llegado al nivel del proletariado y la lucha para la supervivencia más elemental. Esencialmente, lo que se está aplicando es el comunismo internacional. Lo que brutalmente ocurría en la URSS y países satélites, hoy llega a ser la realidad en todo el mundo, incluyendo el Occidente. Por supuesto, todo está introducido de una manera increíblemente astuta. A las masas se les inculca el modo de vivir consumista (o sea, materialista). Como en la época comunista, se abandonan los campos y hasta fincas pequeñas que eran capaces de proporcionar cierta ayuda al proporcionar una parte de alimento diario; la gente vive única y exclusivamente de lo que le está dando alguien desde arriba y tan solamente para subsistir. Cada vez con menor holgura. Igual que antaño se decía, “habla más flojo y no critiques al partido, no sea que alguien te oiga”, hoy la gente está con auténtico miedo o por lo menos reparo y cuidado para decir cualquier cosa que podría llamarse “anti-LGBTI, homo(islamo)fobia”, etc. De la misma forma que en el totalitarismo islámico existe la “ley antiblasfemia”, según la cual eres culpable si algún musulmán te denuncie, así en este totalitarismo progresista eres culpable si algún periodista o miembro del movimiento LGBTI te enseña con el dedo. El molde es exactamente igual: te conviertes en el supuesto culpable al que le falta demostrar su inocencia.

“La revolución de octubre” ha sido el polígono de la aplicación práctica de la ingeniería social del sometimiento de millones de personas bajo el sistema de pensamiento ateo. Las gentes que de esa forma embrutecerá para la dimensión espiritual será una presa fácil para los propósitos globalistas y de la proyección mesiánico-sionista del gobierno mundual. León Trotsky, bolchevique judío,

[La caricatura de aquel tiempo – mostrada en los medios críticos que todavía se atrevían a denunciar la pretensión del sionismo internacional -, mostrando a Trotsky como elemento destructor de Rusia y del Antiguo Régimen. Fíjense en su cuerpo desnudo y rojo, indicando la corrupción moral que realiza el comunismo en las costumbres.]

ha sido introducido a Rusia desde EE. UU. a finales de la primera guerra mundial con el fin de la destrucción del Antiguo Régimen, basado en los principios tradicionales: Dios-Familia-Patria, representados en la figura del Zar. Por ello, el Zar y toda su familia tenían que morir (ser asesinados), falsamente presentados como culpables de la explotación de los pobres. Rusia por lo demás era el país en desarrollo con enorme potencial, en pleno empuje de la modernización. Disponía de inacabables recursos naturales. Debía ser destruida, como todo lo que presentaba.

[La familia de Nicolás II. Los bolcheviques los mataron hasta el último, para que no quedara retoño. Por lo que presentaban, y en el nombre del Nuevo Orden Mundial. Lo que estoy diciendo se basa en los datos y en las investigaciones históricas. Dr. Michael Hasemann, un historiador alemán, ha tenido acceso a los Servicios Vaticanos Secreto del 1918. Destaca especialmente la carta del Arzobispo de Colonia, Cardenal Felix von Hartmann, del 8 de noviembre de 1918, y dirigida al entonces Nuncio Apostólico en Alemania, Arzobispo Eugenio Padcelli, futuro Pío XII. En la carta se pone acento en la información recibida del Zar Wilhelm II, que a su vez fue informado por el Gran Oriente en Alemania, según lo cual se hace constar que fue informado sobre el plan de los constructores libres para la destrucción del Viejo Orden (Trono y Altar) en Rusia y Europa; el Nuevo Orden será dirigido por los banqueros americanos. (¿Es decir?) Wilhelm II quiso entregar esa carta al Papa Benedicto XV, por medio de su amigo Cardenal Hartmann  y el Nuncio Pacelli.]

Trasladando las ideologías de forma paralela, los globalistas satánicos han trasladado el centro de la gravedad desde la proyección economista de la dialéctica materialista, a la cultural. De modo que la lucha de clases “justificada” por motivos de índole económicos en primer lugar, se ha mudado a la lucha entre los sexos teorizada en la ideología de género. Pero el principio es el mismo: las dos cosas están basadas en el odio, en presuposición de una dominación maligna de la que es necesario librar la “humanidad”. En el primer caso eso era la propiedad privada, en el otro la diferencia sexual. El concepto católico, escolástico y clásico de la justicia es este: dar a cada uno lo suyo. Lo “suyo” ya según el trabajo, escuerzo y talentos dados por Dios a alguien. Por lo tanto, no a todo el mundo por igual, sino en función de lo que merece, asegurando siempre un mínimo existencial en el caso de los sin recursos y desheredados. Para poder empezar desde esa posición a crear y conseguir bienes de distinta naturaleza. Porque el punto de partida es que Dios ha creado al hombre sin defecto. El ser humano no es el error de la naturaleza a la que hay que corregir, o el resultado de un proceso, como en el caso de la filosofía subyacente a la evolución.

La “justicia” comunista está basada en la aritmética: a todo el mundo lo mismo, suma y divide. Lo cual es injusticia pura, porque premia por igual a los esfuerzos distintos. Valgas tú o no, lo mismo da. Lo que importa es mantener el sistema. Si vas a levantar la mano en saludo al comandante, si eres un mecanismo para cumplir con los mandamientos del partido que es el que piensa por ti, entonces podrás “progresar”. Pero en el mal. Por ello – ¡qué error es ese! – tantos hombres valiosos abandonaron a los países del Este de Europa – también sirve algo similar para el caso de muchos países en desarrollo. Una migración querida, provocada y consentida, porque se sabe que la mentalidad cristiana es profundamente contrarevolucionaria, que nunca dará su consentimiento a la visión ateo-comunista del mundo.

Por otra parte, es necesario ir mostrando sin descanso la enorme esterilidad del comunismo. Muy fácilmente se puede oír o hasta decir que los países comunistas hicieron tal o cual progreso. En realidad, cogieron las bases dejadas y plantadas por los anteriores, fruto a su vez de siglos de progreso de la sociedad humana, especialmente en el caso europeo donde el progreso de la tecnología se debe a la estructuración del pensamiento efectuado en la herencia cristiana. El liberalismo en Europa, iniciado con fuerza mediante la Revolución francesa, no pudo en un siglo con la herencia cristiana que quedaba en las sociedades. En los países germánicos eso era aún más notorio. Leí por ejemplo que el Emperador del Imperio Austrohúngaro, Francisco José, fue el que inició la construcción de la línea ferroviaria que comunicaba la capital con el Adriático central, pasando por escarpados paisajes de la recién anexionada Bosnia-Herzegovina. En efecto, los turcos durante cuatro siglos de ocupación no hicieron nada en cuanto a las comunicaciones. Perdón, si hicieron el famoso puente sobre el río Drina, y muy poco más. Pero las carreteras – mejor dicho los caminos – quedaron congeladas en la edad media, y más descuidadas con el tiempo. Y este hombre, en cuanto empezó a regentar a esta región, lo primero que hace era construir una red ferroviaria como la de su país. Le escribieron los ingenieros “aún gastando un kilo de pólvora por cada kilo de piedra que extraemos, nunca construiríamos la vía”. Y el Emperador les contestó: “aunque tenga que dar un kilo de oro por cada kilo de roca, quiero que pase ese ferrocarril”.

Así se levantaba Europa siglo tras siglo desde que empezó a predicarse el Evangelio. Pero los comunistas, hijos de la Revolución, no saben hacer otra cosa que igualar por lo bajo y en la injusticia y la crueldad. Es emblemático y revelador el mensaje de Pablo Iglesias cuando elogiaba el uso de la guillotina, identificándola con el inicio y de facto instrumental de la Revolución.

La idea es: la guillotina introdujo la igualdad del mismo castigo para todos. No sé si lo dijo por cachondeo, amenaza, sarcasmo y cinismo, o todo a la vez, pero la cuestión es que sintetiza a la perfección la contribución comunista (socialista, y en definitiva de la democracia liberal) a la Historia: extender la crueldad y la miseria por doquier. Y que por otra parte el comunismo no es otra cosa que el descendiente necesario de la Revolución.

El comunismo tampoco es “justo” en el plano internacional. Esos vencedores sobre el nazismo no se levantaron contra la intervención alemana cuando esta se apoderaba de la parte de la República Checa, Polonia o incluso Francia. Sino solamente entonces cuando se consumó el ataque a la URSS. Entonces es cuando Tito recibe la orden: levántate haz la revuelta contra las tropas de Hitler. Hasta entonces Hitler no molestaba, sino incluso llegó a ser aliado en la repartición de Polonia y países Bálticos, del que no disgustaba que atacara a las tierras burguesas occidentales.

Todo eso es la prueba que los comunistas no tienen moral, sino la dirección mostrada por la dialéctica materialista y entregada a las masas a su ejecución por parte de aquellos que piensan para la mas, y de paso la “liberan”. Aquello que ayuda a cumplir con la indicación, eso es moral. Lo  demás debe ser “eliminado”. Precisamente esa es la expresión que utilizaban – y no “matar” o “asesinar” – cuando expedían órdenes de la “eliminación” de tal o cual. Su deber es quitar obstáculos solamente a su proceso histórico. Mejor dicho de aquel que sueñan.

Pero la esencia no está en una supuesta búsqueda o pretensión de la “justicia social”. Esa palabra suena bien y lleva a tantos a caminar sobre hielo. La esencia del socialismo (comunismo, hecho “aceptable”) es el ateísmo, y como tal no puede ser otra cosa que la proclamación del diablo por rey. Todo lo demás viene como consecuencia: la alienación del hombre. El hombre debe ser destrozado, Dios destronado como Rey. El hombre entonces dependerá solamente de aquellos que piensan por todos los demás. Reducido a la lucha por pura supervivencia, llegará a ser más animal que hombre. Privado de toda defensa espiritual, llegará a ser esclavo del enemigo de Dios.

[“Tenemos que transformar a Rusia en el desierto habitado de negros blancos a los que impondremos la tiranía que los déspotas orientales más temibles no llegaron ni soñar. La única diferencia será en que se tratará de una tiranía izquierdista, no de derechas. Será eso la tiranía roja, no blanca.”

“Nosotros queremos literalmente el mundo ‘rojo’, porque provocaremos tales ríos de sangre, según los cuales todas las pérdidas humanas sufridas en las guerras capitalistas serán una pálida comparación. Los mayores banqueros al otro lado del Atlántico trabajarán en estrecha colaboración con nosotros. Si vencemos en la revolución, estableceremos la fuerza del sionismo en los restos de esta tierra quemada, y nosotros seremos la potencia delante la cual todo el mundo caerá de rodillas. Mostraremos lo que es el poder de verdad. Mediante terror y derramamiento de sangre, llevaremos la inteligencia rusa al estado de completa paralización, idiotez y supervivencia biológica… ¡En estos momentos, nuestros jóvenes en chaquetas de piel, hijos de los relojeros de de Odesa, Orsa, Gomela y Vinice (Ucrania central), saben cómo odiar todo lo ruso! Qué gozo supone la destrucción física de la inteligencia rusa – funcionarios, académicos y escritores.” Tomado de las Memorias de Aron Simanovic, joyero de la Corte Zarista.]

Los enemigos de Dios, guiados por el mismo Satanás, no pueden estar solamente en el Este. Repito, ellos no pueden gobernar solamente en una parte del mundo. Todo está bajo su influencia en el orbe. Aparte de la Iglesia – en el verdadero sentido de la palabra – y tu alma, si la cuidas. Esa organización empieza su gestación con el asesinato de Jesucristo, el Hijo de Dios. Allí en el Calvario, ese grupo poseso dijo al Hijo de Dios: “¡Baja de la cruz, si eres el Mesías!” Renunciando al Reino de Dios, escandalizados con el Mesías que muere en la cruz por los pecados del mundo, desean y pretenden el reino y poder en la tierra, porque en otra parte no puede existir para ellos. Desde ese momento, ese judío rebelde y no auténtico lucha ciegamente contra Cristo y todo lo que le pertenece. “Porque vosotros, hermanos, habéis seguido el ejemplo de las Iglesias de Dios que están en Judea, en Cristo Jesús, pues también vosotros habéis sufrido de vuestros compatriotas las mismas cosas que ellos de parte de los judíos; éstos son los que dieron muerte al Señor y a los profetas y los que nos han perseguido a nosotros; no agradan a Dios y son enemigos de todos los hombres, impidiéndonos predicar a los gentiles para que se salven; así van colmando constantemente la medida de sus pecados; pero la Cólera irrumpe sobre ellos con vehemencia.” (1ª Tes. 2, 14-16). (Digamos de paso que esta frase ha sido eliminada de las lecturas dominicales del Novus Ordo).

¿Cómo se realiza esta lucha, cuáles son sus medios? Los medios son de dos naturalezas: a) financiera y b) ideológica. Teniendo en sus manos las finanzas del mundo, son dueños del crédito que se conceden a prácticamente todos los países del mundo. Los créditos son pura usura que es imposible satisfacer. Las naciones entonces se hacen esclavas y sus gobiernos convertidos en, si no ya fueron elegidos para ser siervos cobardes para cumplir órdenes externas. Se pierde el interés nacional a costa de la globalización, es decir de aquellos que están detrás de ese proceso mundial.

El medio ideológico es la masonería, un instrumento al servicio de la conspiración diabólica. Sencillamente se trata de la aplicación de principios cabalísticos (un conjunto de teorías sincretistas de “judíos” talmúdicos), llevados a cabo para “espiritualizar” a los no-judíos. Mediante esa ideologización mantienen bajo control y dirigen con sello anticristiano la inteligencia secular de los infieles, la economía, los medios, especialmente estructuras educativas y la política en general.

[La masonería está basada en el judaísmo. Quitad la enseñanza judía de los rituales masónicos, ¿y qué os quedará? (La Tribuna judía, 28/10/1927]

Buscan la separación del Estado y la Iglesia, pero no del Estado y la Sinagoga.

[Cada diciembre se enciende el Menorah delante de la Casa Blanca. Abajo, los estadístas y políticos de distintos signos unidos bajo el mismo kipa.]

[No pudo faltar Pablenin. Llegó a la popularidad mediante la rebelión organizada de los “indignados” en  2011, con total cobertura mediática. El mismo año en el que se inició la “primavera árabe”. De paso recordemos al son de lo comentado en el apartado a) anteriormente, sobre los medios de control de las naciones, que ni Siria ni Irán no pertenecen al Fondo Monetario Internacional. Siria tenía el aumento del turismo del 711% en 2010, un año antes del inicio de las revueltas. Por las mismas fechas fue derrocado Gadafi, después de tener avanzado el proyecto de la creación de la moneda alternativa al dólar en el Norte de África. Recordemos también el caso de Grecia. País hundido mediante la corrupción de sus dirigentes, los que endeudaron a su país mediante la contratación de créditos absurdos y tremendamente abusivos. Los que les daban esos créditos, sabían perfectamente de la inviabilidad de su devolución. Luego ha llegado Syriza prometiendo sueños, pero aceptando dejar pasar a miles y miles de refugiados. Si no,  no hay renegociación de la deuda.]

[Importante: En todo lo que hablamos, hay que tener en cuenta la diferencia sustancial entre los judíos bíblicos y cabalistas, así llamados “judíos talmúdicos”. Los primeros no son sionistas. Al contrario, entienden que la dispersión de los judíos por todo el mundo es el castigo divino por su infidelidad (pero no en relación a Jesucristo). Son contrarios por lo tanto a la mera existencia de Israel como estado. Estudian solamente la Torá bíblica; no Cábala satánica egipcia o Talmud babilónico, estudiado y venerado por los sionistas judíos askenazi (muchos de ellos descendientes de los Kázaros, tanto genética como ideológicamente; a las estepas actuales rusas y kazajas llegaron muchos exiliados judíos huyendo de la presión y expulsión bizantina o islámica. Al mismo tiempo se produjo la conversión de muchos gentiles al judaísmo, impregnado este ya profundamente por la enseñanza anticritiana.). En cada caso, los cristianos deben rezar para que todos los judíos acojan a Cristo como Mesías, y en ningún caso apoyar la ideología sionista.]

Si luchan contra Dios, es porque van codo a codo con Satanás. Por eso Jesús en el Evangelio les dice: “Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viene en su propio nombre, a ése le recibiréis. (Jn 5, 43)”. Ese “otro”, será siguiendo la enseñanza de los Padres de la Iglesia (San Agustín, San Jerónimo, etc.), el Anticristo – de la nación judía – que servirá al diablo. Ese Anticristo será al mismo tiempo el “Mesías” de los judíos talmúdicos y cablistas.

A ese “Mesías” – en realidad Anticristo – hay que preparar el camino, así piensan ellos. El camino consiste en la subyugación de los pueblos cristianos y paganos. Es imposible realizarlo sin el derrumbe moral de esas naciones. Precisamente en eso consistía el “polígono” de la URSS. Y por ello podemos decir que la Virgen en Fátima advierte que “desde allí (desde Rusia) se extenderá el engaño a todo el mundo”. Pero ese engaño es más que la perversión del sistema económico; su esencia es atea y degeneración moral como ya lo indicamos.

[Diez mandamientos comunistas: Me hacen llegar un documento recientemente revelado sobre la actividad de servicios secretos en la antigua Yugoslavia en la época de posguerra. Es un decálogo dirigido a conseguir la decadencia moral especialmente entre los católicos, de cuyas filas procedía la mayor resistencia frente al comunismo. Uno de los puntos decía que hay que difundir la relajación moral desde todos los sectores de influencia social, especialmente desde el sistema educativo y prensa.

La perversa iniciativa recuerda a la denunciada por León XIII en la encíclica Humanum Genus (1884) en contra de la masonería (p. 16): “Lo referido puede confirmar una cosa más extraña de decirse que de creerse. Porque, como apenas hay tan rendidos servidores de esos hombres sagaces y astutos como los que tienen el ánimo enervado y quebrantado por la tiranía de las pasiones, hubo en la secta masónica quien dijo públicamente y propuso que ha de procurarse con persuasión y maña que la multitud se sacie con la innumerable licencia de los vicios, en la seguridad que así la tendrán sujeta a su arbitrio para poder atreverse a todo en lo futuro.”]

Ahora Rusia se les resiste, eso es evidente, y por ello la cercan porque es el mayor enemigo externo del Nuevo Orden Mundial. Por ello estamos al borde de la Tercera Guerra Mundial, y Dios nos conceda que no ocurra. Literalmente advertía Putin hace pocos días (algo no transmitido por los medios al uso): “los gobiernos occidentales sencillamente no dicen la verdad a sus ciudadanos. Porque si Rusia ve que está expuesta a un peligro existencial, caerá la lluvia de cohetes sobre Polonia y Rumanía al mismo tiempo.” En otras palabras, recuerda la “doctrina Ivanov”, nombrada así en 2010 después de que el vicepresidente de Rusia, Sergei Ivanov, advertía en la conferencia en Munich a los agresores potenciales de que Rusia va a responder con armas nucleares inclusive en el caso de que su gobierno – y no alguien diferente – estime que entra en cuestión su seguridad nacional.

Pero mientras tanto, la decadencia moral del Occidente – y más allá – discurre con su caudal nauseabundo e inamovible. La lucha de las clases, entre el proletariado y los burgueses, sostenida por los partidos comunistas, ahora se traslada al campo imaginario de la lucha entre los sexos y relaciones intrafamiliares. El marido es presentado como un animal, representante del “heteropatriarcado” (!) que maltrata a la mujer, él por su naturaleza y ella es víctima por ser mujer. Se destruye la imagen del padre, que ya no se respeta públicamente. Es reducido fundamentalmente a la figura de “semental”, cuyo uso será determinado por el dictamen de la “sociedad”. La cual cumplirá con los postulados feministas. La sexualidad biológica, algo dado por Dios, es presentada como un error de la naturaleza que debe ser corregido con la voluntad propia. “La percepción es la realidad”, es el principio cabalístico. La sociedad actual mediante la aplicación de este principio, con el apoyo incondicional – es su papel – de los medios y de la legislación, ha contribuido al estado esquizofrénico de la opinión pública. Con los grupos LGBTI haciendo papel de comisarios políticos que tienen derecho acusar a cualquiera por alguna “x-fobia” – según la que toque en cada momento -, con su sola palabra. De esa forma se elimina el principio tradicional jurídico según el cual todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Ahora sin embargo, eres culpable si  te acusa alguien del movimiento LGBTI, y tu inocencia todavía debes demostrar. Es una situación totalmente análoga a la de cualquier otro régimen totalitario. Antes en el comunismo – y todavía en China y Corea del Norte -, y hoy especialmente en Occidente y en los países islámicos como Pakistán, etc., donde es suficiente que algún musulmán te denuncie por ofender el nombre de Mahoma e inmediatamente pisas la cárcel, en el mejor de los casos. Demuestra que eres inocente.

***

De todo ello son el mensaje estos políticos sin hijos. Primero se destruyó la fe, ahora se está destruyendo la base natural para una necesariamente sana supervivencia de la civilización. Son imágenes de la decadencia moral de Europa. Esas pobres mujeres que entregaron todo para la carrera mundana. Carrera que no les sirve ni a ellas, ni a sus hijos, sino a algunos por encima de ellas, a ese número reducido que mantiene todo el poder en sus manos.

Algunos llegan a comentar esta situación con estas palabras: “Lo que llama la atención es que todas estas naciones están bien situadas en el plano político y económico, e incluso Italia en comparación con otros países del sur…” Todavía de alguna manera alaban y defienden esta situación. O al menos la presentan como una especie del mal necesario.

¡Es increíble hasta qué punto puede llegar la ceguera! Pues mirad qué buena situación tenemos. Estos países están ante la consumación de la conquista islámica. Si esta tendencia no se invierte, o no sean devueltos a sus países los que se lo merezcan o si no se acogen “refugiados” en los de sus primos, en treinta años si hay mundo y lo podamos ver, Europa Occidental en buena proporción sucumbirá bajo el Islám. Aunque antes de esa situación ya se llegará a la fase de caos y prácticamente de la guerra civil en las calles. Entonces debemos recordar (mejor dicho ya ahora), la afirmación de Theodor Roosvelt según la cual en la política nada ocurre por casualidad, todo lo que ocurre es porque ya fue planeado de antemano, aunque sea con trazos generales.

[Me informan de otra anécdota ilustrativa al servicio de los globalistas: “Los musulmanes en Francia renuncian a la yihad. Afirman que quieren convivir con los demás en paz”.

Pero hay algo que se llama “taqiyya”, la mentira intencionada de la que se sirven los musulmanes en los momentos y circunstancias en las que están en minoría y van preparando el terreno para la conquista definitiva.]

Con todo ello, el cinismo – cómo no – es enorme. Todavía se dice que la vida en Europa es “buena” y que se “vive bien”. Eso es mentira. Para que alguien pueda “vivir bien” o tiene que descender de una familia pudiente, o matarse de trabajo. Entonces podrá vivir en los círculos en los que hay menos o casi no hay inmigrantes y trabajadores de ingresos inferiores condenados a vivir en barrios peligrosos. Pero para que puedan alcanzar mayores ingresos, antes se tienen que romper de trabajo. Hombres y mujeres se dedican por completo al trabajo y no tienen tiempo para la familia y la educación de la prole. Ambientes normalmente fríos y muy secularizados no dedican ni quieren prestar atención a una educación cristiana. En nueve de cada diez parroquias las homilías son idioteces intragables que no hay quien aguante, jóvenes los que menos. ¿A quién puede intrigar o incitar una homilía tipo “demos gracias a Dios” y otras simplezas?  Teniendo en cuenta todo eso, ¿cómo entonces se puede decir que se vive bien? Eso es un engaño horrible. Mucha gente que vive en esos entornos que comentamos al principio a lo mejor tienen ingresos mayores, pero sus hijos crecen en espacios espirituales muy lamentables. Eso no es buena vida.

Masas y masas de la gente occidental hoy en día son nueva clase del proletariado, técnicamente experimentada en la URSS.

[“Komunalke”: Edificios grises para la clase obrera. Masa completamente dependiente y con miedo de la clase dominante. Tu obligación es producir y servir al sistema. Atrévete a criticar el sistema, y estás acabado.

Hoy tenemos una situación esencialmente igual. Critica al Islám, sé antiglobalista y serás colocado, aunque de una manera sutil e imperceptible, fuera del sistema.]

¿Cómo puede ser “buena vida” cuando la gente no es capaz de mirar al futuro, y cuando tener hijos empieza a ser la cosa más prohibida o tal vez la más inaccesible? En Francia el índice de natalidad es de 1,8 hijos por familia, lejos de 2,1 necesario para asegurar el mantenimiento de la población. Gran Bretaña, 1,6; Grecia, Italia, Alemania 1,3. España 1,3. ¿Eso es buena vida? Eso es miseria, pero una miseria programada.

¿Exagero? Echemos un vistazo a los que gobiernan Europa:

[Jean-Claude Juncker durante la recepción oficial de los estadistas europeos. Borracho como una cuba (aquí puede ver el vídeo), haciendo un saludo de idiota, a su medida, con la exclamación “¡Dictador!”, levantando la mano a medias simulando un saludo fascista al encontrarse con Orban. Abajo, mamado a reventar, durante la recepción diplomática en el Vaticano.]

[¿Cómo es posible que este mamón esté en esta posición? Porque este nadie es simplemente un siervo fiel de los que realmente gobiernan.]

***

A pesar de todo esto, siempre existirá una reserva humana y espiritual por medio de la cual se podrá ver – aquello que ya sabemos por la fe – que el mal no puede tener la última palabra. Nunca, ni siquiera en este tiempo nuestro tan especial. ¡La resistencia es posible! Dios no nos dejará sin medios si nos decidiéramos con sinceridad tan siquiera a emprender el camino de la conversión. Por cada paso que demos en este deseo auténtico y decidido de vivir con dignidad de las criaturas de Dios, lo que somos. Tenemos que optar por AMOR, vivido en la fe verdadera. Entonces todo es dulce. Y la pobreza, y la escasez, y el exilio, y la enfermedad; no tememos ni a la muerte. Porque si todo terminara en este mundo, los malos tendrían razón. Pero no lo tienen. Mientras que a aquel quien se decide para el bien, es lleno de luz cada día. Y lo que es muy importante: es capaz de pensar en los demás. Termino esta reflexión honrando al estadista a quien deseo la ciudadanía católica, pero humanamente hablando su independencia y preocupación por su Patria sirve de ejemplo a tantos:

Viktor Orban es padre de cinco hijos. En cinco años ha conseguido disminuir en 23% el número de abortos en Hungría gracias a las campañas a favor de la vida. Han ido repartiendo a lo largo de su querida patria los carteles con la imagen del bebé en el útero con el mensaje: “Entiendo que no estás preparada para tenerme, pero al menos dame en adopción, permite que viva!” Ha apoyado a la familia y la introducción de valores éticos y religiosos en la educación.

Al contrario que los líderes globalistas, apoya públicamente a las mujeres a tener hijos y facilita el protocolo de la adopción y acogidas en familia: concede 4% del PIB a las medidas a favor de la familia, al frente del 2,7% de la OCDE. En su mandato ha incluido la protección de la vida humana desde la concepción en la misma Constitución. Su gobierno, al contrario que los arriba reflejados, incita a la natalidad también con su ejemplo: sus ministros tienen un total de 30 hijos.